Códigos que llevan a algoritmos y viceversa

Por Renee Carmichael
Screen fatigue es real. Mi cabeza no funciona más. Hace mucho tiempo voy de un lado u otro, del lado social al lado interno, del trabajo profesional al trabajo mío, pensando que puedo seguir pensando, haciendo, procesando, pero todo desde el código escondido, del mismo lugar, de la misma pantalla. Puedo generar atención, acción, pero mi responsabilidad llega hasta el limite. Me digo, les digo, tenemos que también leer, sentir y pensar el código que no se ve.

En general hablo del código porque es el elemento mínimo necesario para tener un pliegue. El algoritmo ya tiene una organización, un orden, una narrativa del sistema. El código es más por el lado de lo que no se ve pero que dicta los limite (bordes). ¿Es esto que podemos sentir? Trato de experimentar en palabras, movimientos y experimentos los códigos que me dan el screen fatigue.

El código no es el algoritmo.
Es parte de ello.
Es un lugar para armar una escritura.
Es un lenguaje con reglas.
Es un espacio y tiempo de pensamiento.
Es una sensación de frustración que llega al cuerpo.
Es lo incomputable a la vez que lo que ejecuta computable.
Es movimiento.
Es difícil de poner en palabras a la vez que un elemento concreto.
Es un ejercicio –ejecución– poetico.
Es lo que es y lo que se siente y lo que se mueve, pero quizás no es lo que se ve.
Es para disectar, leer, charlar, repensar.
No es humano, ni maquínico, pero algo en relación con ambos.
No es magico, esoterico, pero si es incomputable.
Es lo que pasa detrás en este momento, en cualquier momento en el que estemos…

Estoy en un momento de pensar y procesar la Soft Computing. Esta disciplina todavía en desarrollo dice que las reglas de la computación estan siempre en relación con patrones de potenciales. ¿Es ahí donde hay una ambigüedad, lo incomputable? Pienso en el concepto de la prehensión, o el acto de tomar algo en la mano, de comprender a través de los sentidos y las sensaciones. Desarrollado por el matemático Alfred North Whitehead y tomado dentro de la Soft Computing, la prehensión propone que el algoritmo tiene una percepción pero no una cognición.

Entonces, con esto en mente, en relación con el código, ¿que te hace sentir?

Por Laura Benech
Un algoritmo es una indicación
un algoritmo es una caja negra
un algoritmo es una ecuación
un algoritmo es una orden de ejecución
un algoritmo es una forma de orden
Un algoritmo es una instrucción
los algoritmos pueden estar escritos en código o en lenguaje natural
Un algoritmo es una secuencia de pasos a seguir, no ambiguos, finitos y determinísticos,
que llevan a la solución de un problema
¿Qué problema queremos resolver?
¿Estamos seguros de tener un problema a resolver, de quién es ese problema?

También presentan una solución universal (o abtracta) para un problema, aunque no es la
única solución al problema.

Un algoritmo puede escribirse como una expresión en algún lenguaje:
Descripción narrada.
Notación matemática.
Pseudocódigo.
Diagramas de flujo.
Lenguaje de computadora.

Las computadoras, desde que se encienden hasta que se apagan, ejecutan algoritmos. Y
también hay algoritmos que operan detrás de aplicaciones y redes sociales. Es
imprescindible reflexionar acerca de los efectos que tienen en nuestras percepciones.
La curación algorítmica es cuando una aplicación te recomienda contenido que calcula que
es probable que te interese. Es un sistema que automatiza la sugerencia individualizada.
Estos algoritmos son creados y mantenidos por personas: ingenieros, desarrolladores y
especialistas, principalmente hombres, blancos, occidentales. Los algoritmos calculan en
base a conjuntos de información que son seleccionados, diseñados y cargados por esos
ingenieros que los construyen, por lo que el resultado suele ser preferencial, excluyente o
discriminatorio. En su funcionamiento, los sistemas algorítmicos también dependen de los
perfiles de usuario, que se generan mediante cálculos combinados a lo largo del tiempo y
entre plataformas, en función de sus comportamientos, intereses y contactos.

Los algoritmos se diseñan en función de los objetivos de las empresas que los arman. La
mayoría de los algoritmos basados en noticias, como los utilizados por Facebook y Twitter,
por ejemplo, priorizan la atención, con el objetivo de obtener la mayor cantidad de clics y
me gusta posible. Lo que se denomina engagement. En esta búsqueda de reacción la
calidad y las fuentes pasan a segundo plano. Cuando quedamos cada vez más inmersos en el mismo tipo de contenidos se crea lo que se conoce como burbuja de filtro.

Digamos que tu aplicación favorita es Facebook. Ahí es donde te conectas con amigos y
aprendes cosas nuevas. Pero dependiendo de si estás dentro o fuera de una determinada
burbuja, es posible que no te des cuenta de que están ocurriendo ciertos eventos, como
una protesta en tu ciudad, porque el algoritmo de Facebook te oculta esa información.
Estar en una burbuja de filtro puede hacer que las personas vean historias completamente
diferentes, titulares de noticias, artículos y anuncios. Puede parecer bueno ver solo
contenido diseñado para mi y lo que me gusta. Pero asi como mi interés en los videos de
entrenamiento de perros en YouTube continuará recomendando videos relacionados con lo
perros, el interés de mi vecino en las teorías de conspiración en la misma plataforma los
continuará por el mismo camino. Generando la reproducción automática de realidades paralelas.

Links, libros y materiales

Matthew Fuller & Andrew Godfrey. Evil Media.

Ejecución:

Goya, Third of May, 1808

M. Beatrice Fazi – “Soft computing: forms and limits in computational aesthetics”

Escuchar

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